domingo, 3 de noviembre de 2013

" De mis nostalgias "

En estos tiempos de evocar
me siguen viniendo sus recuerdos
como quimeras en los cielos
Lugares de remembranzas
de tales estíos soleados
por el camino junto a ella
Adornados los horizontes
y tomándome de la mano
íbamos abriendo brecha
Jamás me soltó de la mano
ni al cruzar de esquina a esquina
de un lugar a otro
En veces veo su silueta
como caballos en el viento
como presencia que me cuida
que me mima con ese calor
que sólo la Abuela
puede traer en sus longevas manos...
Mario Polanco Santos
31 de octubre de 2013  
Evocando a la abuela que se nos fue, hace ya cuatro primaveras.

"Sol de Monterrey"

No cabe duda: de niño,
a mí me seguía el sol.


Andaba detrás de mí
como perrito faldero;
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.


Saltaba de patio en patio,
se revolcaba en mi alcoba.
Aún creo que algunas veces
lo espantaban con la escoba.
Y a la mañana siguiente,
ya estaba otra vez conmigo,
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.


El fuego de mayo
me armó caballero:
yo era el niño andante,
y el sol, mi escudero.


Todo el cielo era de añil; 
Toda la casa, de oro.
¡Cuánto sol se me metía
por los ojos!
Mar adentro de la frente,
a donde quiera que voy,
aunque haya nubes cerradas,
¡oh cuánto me pesa el sol!
¡Oh cuánto me duele adentro,
esa cisterna de sol
que viaja conmigo!


Yo no conocí en mi infancia
sombra, sino resolana.
Cada ventana era sol,
cada cuarto era ventanas.


Los corredores tendían
arcos de luz por la casa.
En los árboles ardían
las ascuas de las naranjas,
y la huerta en lumbre viva
se doraba.
Los pavos reales eran
parientes del sol. La garza
empezaba a llamear
a cada paso que daba.


Y a mí el sol me desvestía,
para pegarse conmigo,
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.


Cuando salí de mi casa
con mi bastón y mi hato,
le dije a mi corazón:
-¡Ya llevas sol para rato!-
Es tesoro y no se acaba:
no se me acaba y lo gasto.
Traigo tanto sol adentro
Que ya tanto sol me cansa.-
Yo no conocí en mi infancia
Sombra, sino resolana.


Alfonso Reyes ( 1889- 1959 )