domingo, 17 de mayo de 2015

"Historia de Julieta según Fernando Delgadillo"

Antes de iniciar la siguiente canción voy a contarles una especie de historia, espero que no tengan prisa porque me lleva como cuatro horas terminar con ella. Resulta que bueno, pues, hace ya algún tiempo, la verdad es que tiene su tiempecito porque yo estaba en tercero de primaria, no tiene en realidad tanto, pareciera que sí, pero no.

Estaba yo en aquella ocasión, bueno, pues han de saber que yo era un niño que vivía muy lejos de la escuela, como vivía muy lejos y mis papás no me querían llevar a la escuela porque pues no me sabía ir porque había muchas calles y cruceros peligrosos que atravesar, entonces fue así como me metieron al servicio de transporte que tenía la escuela.

Como deberas vivía muy lejos, aproximadamente una hora para llegar de mi casa a la escuela y era el primer niño al que recogía el camión. Bueno, pues resulta que pasaba el camión por eso de las 6:00 de la mañana, tempranón, en Ciudad de México que es donde yo nací y estudié, si es que algo fui a hacer a la escuela. A eso de las 6:00 de la mañana era muy temprano y a veces todavía no salía el sol. Además de que en el invierno había heladas terribles. Y fue así como ese día en el autobús, un día como cualquier otro me sentaron a mí a una de las niñas que después que pasara el autobús por mí no fue a la escuela así que sentaron a Julieta conmigo. (Gritos del público) Yo también hubiera dado ese grito de haber sabido. Pero en realidad como yo tenía mucho frío ese día en un ademán caballeresco le dejé la ventana. Así le pasa ahorita a ella el frío y después en la tarde ya que haya templado más el día "a mí me toca en la tarde la ventana" le dije y ella no dijo nada, nada más se sentó. Así que fuimos a hacer ese recorrido y a la hora de llegar a la escuela, pues, cada quien se ocupó de sus actividades, terminando las clases yo llegué a ocupar mi ventana como me tenía merecido, pero cuál va siendo mi sorpresa que estaba ya ahí instalada Julieta en la ventana y además había puesto su mochila para que, pues para que lo demás vieran que "nada que ver".

A mí no me hubiera importando que no tuviéramos "nada que ver", lo malo era que me había dejado como 10 centímetros para sentarme. En esos asientos brevísimos de los autobuses escolares yo le dije: "¡Oye! ¡Quita tu mochila!" y se la empecé a jalar pero la Julieta estaba un poco más fuerte de lo que yo había pensado y ni siquiera moví la mochila. Así que bueno, ya me senté un poco incómodo pero para que los otros pues, no fueran a pensar que yo no era muy fuerte.

En fin, empezó a avanzar el autobús, Julieta disfrutando de la ventana y de su nuevo triunfo había abierto toda la ventana y estaba sacando primero el brazo, luego el brazo y la cabeza, luego los dos brazos y la cabeza, presumía, ¿no?, fanfarrona. Finalmente pues ahí un señor detuvo el autobús y regañó al chofer porque una niña se iba a caer, le dijeron. Regañaron a Julieta, yo no dejé de mostrarme muy complacido y sonriente, y estaba allí enfrente de ella tratando de que viera mi amplísima sonrisa. La hicieron que bajara su mochila al piso lo que me dio mi dignidad de mi asiento perdido de nuevo. Y ya pues empezó avanzar el autobús de nuevo, le cerraron su ventana y le dejaron sus buenos 10 centímetros para que allí recibiera toda la brisa de la tarde y bueno, en ese viaje del autobús rumbo a nuestras casa fue cuando el viento comenzó a colarse por ese intersticio de ventana y empezó a mover su pelo. Ella tenía el cabello negro y largo, y bueno empezó a mover el cabello de ella y a metérmelo en los ojos y a cosquillarme en las orejas y las mejillas y yo contrariamente, hermanos, a lo que yo hubiera querido empecé a sentir "rico".

Fue así como de repente yo volteaba a ver si ella lo estaba haciendo a propósito, y ella pues ponía cara de mensa como que no. Así después de un rato pues yo ya me dejé hacer, no sé, pero después de esa tarde todo lo que podía pensar era que la hermana de Julieta se enfermara más seguido para que la volvieran a sentar conmigo, porque, bueno, si hubiera alguien venido a preguntarme y yo hubiera tenido mucha confianza, yo si hubiera dicho que Julieta si me gustaba.


Fernando Delgadillo 

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