martes, 27 de diciembre de 2016

"Mi Enfermedad"

Una vez más, el dolor tocó a mi puerta
se inmiscuyó en mi organismo y ahora yace en mí,
una vez más la angustia se apodera de mis sentidos,
la ansiedad por sanar invade mi débil cardio. 

La enfermedad que me invadió, 
se obsesionó del alma mía, soy su fiel compañero, 
ella, mi eterna acompañante gris, de mis nostalgias...

Tatuado en mi ser, sucumbo ante su voraz garra, 
eclipsado con sus trasnoches, ella está siempre allí...
sentada en mis píes descalzos, acariciándome la mejilla,
humedeciendo mis latidos...

A veces se marcha, deja sus maletas y se va para la obscuridad...
esto me torna risueño, de felicidad efímera...
Si ella se fuera, lo juro, no la extrañaría, 
tal maldita, tenebrosa, ella es signo de tribulación en mi ser.

Quizás me atrapó el padecimiento... 
tal cual secuestrador se enamora de la presa,
o estoy loco- cuerdo- paranoico- depresivo...
sólo sé que me sanaré, lo anhelo en verdad, en algún momento sucederá.


Anónimo.




sábado, 22 de octubre de 2016

"Perfección"

Maldita perspectiva tan pequeña
que se reduce al momento 
al espacio, único y eterno
donde tu inocencia te traiciona.

Aquel instante donde te equivocas, 
donde la frustración es tu amiga
y marcha con lentitud amarga
el arrepentimiento de tus pecados.

Pero sólo te queda levantar 
aquellos brazos que no lo saben todo
que deseos de experimentar 
también se manchan de lodo. 

Porque aunque te sientas culpable 
recuerda que todo somos en parte
de cada caída, fracaso y mal paso
de la soledad, el hambre y muerte
de este mundo. 

Gerardo Saucedo Alfaro. 
16-05-16


sábado, 17 de septiembre de 2016

"Vamos a guardar este día..."

Vamos a guardar este día
entre las horas, para siempre,
el cuarto a oscuras, 
debussy y la lluvia, 
tú a mi lado, descansando de amar.

Tu cabellera en que el humo de mi cigarrillo 
flotaba densamente, imantado, como una mano, 
acariciando.

Tu espalda como una llanura en el silencio
y el declive inmóvil de tu costado 
en que trataban de levantarse,
como de un sueño, mis besos. 

La atmósfera pesada
de encierro, de amor, de fatiga,
con tu corazón de virgen odiándome y odiándote. 

Todo ese malestar del sexo ahíto,
esa convalecencia en que nos buscaban los ojos
a través de la sombra para reconciliarnos.

Tu gesto de mujer de piedra,
última máscara en que a pesar de ti refugiabas,
domesticabas tu soledad. 

Los dos, nuevos en el alma, preguntando por qué. 
Y más tarde tu mano apretaba la mía,
cayéndose tu cabeza blandamente en mi pecho, 
y mis dedos diciéndole no sé qué cosas a tu cabello.

Vamos a guardar este día
entre las horas para siempre. 


Jaime Sabines Gutiérrez. 
(1926-1999)  

domingo, 28 de agosto de 2016

"LLUVIA"

Escribir un sueño, sin perder el horizonte
entre el sol y las colinas,
dejando atrás la amarga tierra,
el corazón roto, 
el viejo charco de recuerdos, 
el grito de un ¡te quiero!,
incomprendido. 

El dolor de un amor perdido
el beso inquieto, de entre bellos y varios labios
surcando un nuevo fruto, lejos de la tierra
conocida 
del sentimiento presente
al son de un oído digno, de un beso entero, 
de un cielo despierto, que limpie heridas
al estruendo alumbroso y libre, 
de un dulce, 
generoso, 
caprichoso amor. 


Susana Pérez Civil. 
España. 
25/08/2016. 



jueves, 7 de julio de 2016

“Augurio del encuentro“

Bajo los árboles, con el viento
entre las ramas, y los pájaros
acicalándole, he pensado en vos
estrella de la misma constelación.

Me he echado a idealizar
el mar a través de tu contorno, 
de la silueta celestial que llevas
en torno a tu esencia. 

Yo, soy el triste navío que va...
Tú, el claro de luna que se asoma...
Yo, un poema sin esencia...
Tú, la musa que le ha de dar cause a la historia...

Tan remota como los planetas
pero aledaña como el viento en las ramas
que tienden al vaivén de la flora, 
imprescindible como el sol a su planeta, tal cual la luna al lunático. 



Mario Polanco Santos
2014. 
A Mery Pinilla, bella jurista venezolana que, para mí, es un afán de vida. 



domingo, 5 de junio de 2016

"En Busca de una Palabra"

Recuerdas, el aroma de aquellas tardes,
jugando entre los niños, guardaba algún momento ajeno...
de tu silueta, para el insomnio buscando un verso,
que pudiera arrebatarte una sonrisa o un quizás...
tan sólo un quizás,  tan sólo un quizás, que conformará mi sed.

La lluvia: humedeciendo los recuerdos...
el tiempo había pasado, a píe de plomo y con tu vuelo...
hay mariposa diste vuelta ha buscar todo aquello, que perdiste en los cielos, la vida...
y te descubriste sola, y volando sin rumbo, ese rumbo que prometía llevarte a tu hogar...
con las alas de papel, con las alas de papel, pero tan lejos de mí, pero tan lejos de mí.

Hoy dime, hoy que estamos frente a frente, si he logrado convencerte, de volar junto a mí...
sí...yo te amo y tú me amas, entrégame una palabra que fecunde en tu corazón...
rompe esta presa, que divide este mar en dos, curiosamente en dos.

" En la vida: una gran constante es que es incierta,
algunos la planean, otros ni se inquietan...
diremos por aquí, por allá, por dónde ir...
mil caminos se habren desde nuestras pisadas, mil caminos,
unos amplios, otros cortos; pero casi siempre son indecifrables...
que mejor que la marcha se impregne en compañía de la verdad, del amor...
lo importante es seguir aunque uno se equivoque; porque de los errores se aprende; y
no decidir es estancarse, y estancarse es fracasar...
arriesgarse no significa ser estúpido; porque sí, el riesgo es una apuesta, pero también,
pese a que también se pierde: el mismo es un factor de vida. "

Hoy dime, hoy que estamos frente a frente, si he logrado convencerte, de volar junto a mí...
sí...yo te amo y tú me amas, entrégame una palabra que fecunde en tu corazón...
rompe esta presa, que divide nuestro mar en dos, curiosamente en dos...


Anónimo. 

domingo, 1 de mayo de 2016

"A una mujer que fue Turismo emocional"

Y así cayó la noche, sutil, de ese glorioso dos de junio
la hora no la recuerdo, sólo atesoraba en mí: júbilo
Yo pensaba, más bien, consideraba que sería un día más…
veinticuatro horas más que finalizarían en la rutina trillada.

Pero cronos, el dios del tiempo, dándome una extrañeza…
más bien, un gran presente de la noche con su séquito de astros.
Así llegabas tú-Mujer- a este corazón asolado, mermado de esperanza alguna
Oh mujer, irrumpes en el cardio mío, tal cual las olas a la arena. 

Sabes? existió un vacío colosal en este corazón.
Orificio que, errando, concebí se puede reparar con la sola razón,
Pero no; porque no hay mejor aliciente que el amor que da  sazón a la vida.
le da sentido a nuestra existencia el amor de eros para con el prójimo.

Tu mirada era indiferente, pasaba desapercibida hasta antes de esa noche
pero a partir de ella, fuiste parte de mi esencia, de los anhelos imprescindibles.
Mujer, mi deidad. ¿Por qué has surgido dentro de mi corazón y  alma?
Sabrás que: te vi llegar y me estremecí; hoy encuentro tu corazón y me doy a él…

Fuiste a partir de este instante, para mí, lo que para el quijote es dulcinea…
encuadras, sobremanera, en la mujer que he estado buscando tenazmente.
Sólo ocupaba afianzarme a ti, con la fuerza del amor, contigo mujercita…
Tuviste, en ese entonces, mujer de mis desvelos, atado tu corazón al mío…

En aquellos días, de dicha, sólo guardaba para ti las caricias, los besos…
Nunca pensé transformarme en un escritor de idilios, sino hasta que te hallé:
Allí estabas tú-cariño mío- callada, siempre linda; esperando, en adviento, por mí.
El destino nos ha reunido, como hojas que el viento ha atraído.


Mario Polanco Santos
 20/06/15




martes, 22 de marzo de 2016

"SONETO XXI"

Mora Amor en los ojos de mí amada
por lo cual cuanto mira se ennoblece.
Aquel a quien saluda se estremece:
todo mortal le lanza su mirada.

Si ella baja la faz, el todo es nada,
el ánimo en quejumbre desmerece,
muere soberbia, cólera perece.
¡Oh mujeres, le cumple ser loada!

Toda humildad y toda dulcedumbre
nace oyendo su voz pura y afable. 
Dichoso el hombre que la vio primero. 

Cuando sonríe-que su boca es lumbre-
se magnífica y hácese inefable
porque es algo divino y hechicero. 

Dante Alighieri.



domingo, 21 de febrero de 2016

"Ahora que la vida"

Ahora que la vida nos arranca la colcha
ahora, perdido e hipocondríaco, 
que ya no duermo de un tirón, 
que la noche es un rumor lejano de risas
meciendo la cortina como bandera blanca. 

Ahora que agradezco los jazmines
en el pingüino con agua, sobre el mantel manchado,
ahora que me duele la cabeza
y regañamos a nuestros viejos con achaques
-no te cuidas como debes-
y resulta más difícil sacar bajo la piel
la astilla de la última noche de hoguera.

Ahora que necesitamos excusas para emborracharnos,
que te miras por más tiempo en los espejos,
que no marcamos ya goles con la mano,
ahora que la duda no te ofende,
que la noche es un rumor... Ya lo dijimos. 

ISMAEL SERRANO.
Cantautor y poeta español. 


sábado, 2 de enero de 2016

“A ti Mayra: mujer del enigma”

De tarde en tarde, tú: la mujer que capta,
que atrapa las miradas, porque ser apta,
no cabe duda, virtud tuya es, sobremanera.

Mayra mujer del silencio, lúcida Mayra…

De anochecer en anochecer, tengo por oficio:
descifrar esas miradas, esas sonrisas que me son de beneficio.
Tales son como el alba en la ventana,
como el sol a raya, en alta mar...
Son el principio y el efecto naciente…

De un “hola”, distante, en cada saludo...
En cada mirada de hito en hito, para contigo:
uno construye descifrando, por ser un lunático, tu esencia de mujer,
que por mera complacencia, hace las veces de amanecer en el noctámbulo anochecer…
Sabiendo que no quiero mirar marchita tu mirada.

La juventud, frescura de tu mirar, en gran medida, se ha tornado
inevitablemente, en mi arte de interpretación, mi pensamiento, mi entretenimiento;
aquello que anhelo, del amanecer al anochecer…
Porque aun si el desazón se muestra acá, ante mí:
esa tu sonrisa de oreja a oreja, de hoyuelo en hoyuelo,
nos rescata de la fricción de la vida y su vaivén.

Oh Mayra, mujer del misterio,
permíteme señorita, tus miradas, y la luz, en serio...
que a diestra y siniestra destellan, esos tus rutilantes ojos cafés.
Ellos que, sin querer, se han vuelto mi deber moral, de divisar, la felicidad…
Esa tu mirada, con ese par de soles cafés,  tu sonora mirada,
te asemejan a una luciérnaga, a la que no quiero dejar de ver…
Porque ella guía, en la penumbra, como lo haces tú.

Traes en tu esencia, de mujer linda, algo
de lo cual me ocupo y preocupo por indagar…
Sabes que a diario, cada resquicio del día, por tu caminar…
es el único anhelo, y en tu mirada me ocupo de navegar.
Esa tu indumentaria, Mayra agraciada, ya lo he pronunciado,
luce sin precedentes, te miras tal cual bella…
A cada momento, siempre espléndida, fulgurosa, radiante.

Has de saber, mujer del faro, que me hundo,
a cada vistazo, en tu mirada inabarcable…
Que la inmensidad de tu faz, causa mucho…
Ocasiona estrépito infinito en nuestro ser.

Y tú caminando lo iluminas todo cuanto existe
Incluso, el rincón más recóndito de nuestro alrededor.




Mario Polanco Santos.
2015.