jueves, 31 de diciembre de 2015

Carta III: "¿Qué es lo que hace que un Buen Profesor sea un buen profesor?

1. Los buenos profesores siempre son personas que conocen 
extraordinariamente bien su materia. Eso significa que dominan 
los conceptos principales de los temas que exponen, así como 
la historia y debates fundamentales de su especialidad. 
Los buenos profesores son eruditos y a partir de dicha erudición
son capaces de simplificar y aclarar conceptos complejos, pero además
también leen mucho sobre temas de disciplinas cercanas a la suya, de modo 
que tienen un conocimiento elevado sobre áreas de conocimiento 
aledañas a la propia. 

3. Los mejores profesores generan en la clase un entorno para el 
aprendizaje crítico. Para lograrlo, articulan su docencia de forma que sus 
alumnos se enfrenten a problemas importantes, atractivos o intrigantes. 
No les presentan solamente exposiciones planas o problemáticas, sino que
hacen ver que los temas que se tratan son debatibles, complejos, afectan 
a cuestiones importantes en la vida de las personas, etcétera. 
Incluso más: los buenos profesores deben mostrar a sus alumnos que 
hay temas y problemas abiertos en materia jurídica o en cualquier otra área del 
conocimiento, que llevan muchos años siendo discutidos sin que se haya llegado 
a una respuesta compartida o asentada. De hecho, hay que destacar que 
también les tocará a ellos enfrentar esos problemas e intentar dar con una respuesta.
Justamente el derecho es un tipo de conocimiento que permite abrir de forma 
permanente debates, planear problemas e intentar encontrar respuestas adecuadas. 
Eso es lo que hacen los buenos profesores. 

Doctor Miguel Carbonell Sánchez 
2014. 



lunes, 30 de noviembre de 2015

"Artículo 5° Constitucional"

El Artículo Quinto da a cualquiera
libertad de escoger legal faena,
elegir profesión, comercio, en plena
y misma libertad que no se altera,

mas tampoco este Artículo tolera
que no haya justa paga, porque ordena
que toda ocupación desencadena
una retribución justa y entera.

Contrato de Trabajo: sólo obliga
a prestar el servicio convenido
el tiempo que la Ley fije y nos diga,

con ese afán civil y trascendido,
pero sin menoscabo ni fatiga,
que a cada quien lo suyo es merecido.

Griselda Álvarez Ponce de León.

viernes, 23 de octubre de 2015

¿Qué se requiere para ser un buen Abogado?

En 1954, un niño de 12 años escribió una carta a Feliz Frankfurter, a la sazón uno de los Ministros más distinguidos de la Suprema Corte de los Estados Unidos, pidiéndole consejo para convertirse en un buen Abogado. 

La respuesta de Frankfurter se hizo famosa y aquí la reproducimos: 

Estimado Paul: Nadie puede ser un Abogado verdaderamente competente, a menos que sea un hombre culto. 
Si yo fuera tú, me olvidaría de toda preparación técnica de la Ley. 
La mejor manera de prepararse para la carrera de leyes es siendo una persona letrada. Solamente así puede adquirirse la capacidad de usar el idioma en el papel y en el discurso, con los hábitos de un pensamiento claro que sólo una educación liberal puede brindar. 
No es de menor relevancia para un Abogado el cultivo de su imaginación mediante la lectura de Poesía, la apreciación de grandes obras de arte, en su versión original o en reproducciones disponibles, y escuchar buena Música.
Llena tu mente con los frutos de las buenas lecturas; amplia y profundiza tus sentimientos a través de otros... en la medida en que te sea posible, los maravillosos misterios del universo...y despreocúpate de tu futura carrera.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

"a la reina Doña Isabel 2ª"

Serenísima reina, en quien se halla
lo que Dios pudo dar a un ser humano;
amparo universal del ser cristiano,
de quien la santa fama nunca calla;
arma feliz, de cuya fina malla
se viste el gran Felipe soberano,
ínclito rey del ancho suelo hispano
a quien Fortuna y Mundo se avasalla:
¿cuál ingenio podría aventurarse
a pregonar el bien que estás mostrando,
si ya en divino viese convertirse?
Que, en ser mortal, habrá de acobardarse,
y así, le va mejor sentir callando
aquello que es difícil de decirse.

Miguel de Cervantes Saavedra (1547- 1616)

martes, 11 de agosto de 2015

"Cuando te encontré"

Donde te encontré ha pasado algo,
cuando no soñé que fuera posible;donde te encontré ha crecido un árbol junto a un hondo lago de tibio cristal.

Donde te encontré ha surgido un valle
donde brilla un sol, donde canta un hombre;
Donde te encontré, donde tú me hallaste,
la noche es de estrellas, la luna es de mar.


Cuando te encontré, cada criatura era un sueño
que debía llegar con los buenos tiempos;
cuando te encontré nada conocía su función,
no había la canción con qué besar el viento.


Cuando te encontré todo era desconocido
y el mundo nació del amor que hicimos;
cuando te encontré aprendió la nube a pasar,
el ala a volar y el cielo a ser infinito.


Y lo que encontré se fue haciendo grande,
desbordando el mar, despertando el tiempo,
y tu corazón voló con el viento,
a veces en paz, a veces violento.


Y esto que encontré ya no era desconocido:
se hizo la canción que se había perdido.
No la perderé, ni la mayor riqueza arrancará
una concesión a este clamor repartido.


Y se encontrarán los del machete aguerrido
con el último héroe que hasta hoy se ha perdido.
Todos gritarán: - será mejor hundirnos en el mar
que antes traicionar la gloria que se ha vivido.



Silvio Rodríguez y Pablo Milanés 

sábado, 27 de junio de 2015

"Un Libro"

Apenas una cosa entre las cosas
Pero también un arma. Fue forjada
En Inglaterra, en 1604,
Y la cargaron con un sueño. Encierra
Sonido y furia y noche y escarlata.
Mi palma la sopesa. Quién diría
Que contiene el inferno: las barbadas
Brujas que son las parcas, los puñales
Que ejecutan las leyes de la sombra,
El aire delicado del castillo
Que te verá morir, la delicada
Mano capaz de ensangrentar los mares,
La espada y el clamor de la batalla.

Ese tumulto silencioso duerme
En el ámbito de uno de los libros

Del tranquilo anaquel. Duerme y espera.

JORGE LUIS BORGES

domingo, 17 de mayo de 2015

"Historia de Julieta según Fernando Delgadillo"

Antes de iniciar la siguiente canción voy a contarles una especie de historia, espero que no tengan prisa porque me lleva como cuatro horas terminar con ella. Resulta que bueno, pues, hace ya algún tiempo, la verdad es que tiene su tiempecito porque yo estaba en tercero de primaria, no tiene en realidad tanto, pareciera que sí, pero no.

Estaba yo en aquella ocasión, bueno, pues han de saber que yo era un niño que vivía muy lejos de la escuela, como vivía muy lejos y mis papás no me querían llevar a la escuela porque pues no me sabía ir porque había muchas calles y cruceros peligrosos que atravesar, entonces fue así como me metieron al servicio de transporte que tenía la escuela.

Como deberas vivía muy lejos, aproximadamente una hora para llegar de mi casa a la escuela y era el primer niño al que recogía el camión. Bueno, pues resulta que pasaba el camión por eso de las 6:00 de la mañana, tempranón, en Ciudad de México que es donde yo nací y estudié, si es que algo fui a hacer a la escuela. A eso de las 6:00 de la mañana era muy temprano y a veces todavía no salía el sol. Además de que en el invierno había heladas terribles. Y fue así como ese día en el autobús, un día como cualquier otro me sentaron a mí a una de las niñas que después que pasara el autobús por mí no fue a la escuela así que sentaron a Julieta conmigo. (Gritos del público) Yo también hubiera dado ese grito de haber sabido. Pero en realidad como yo tenía mucho frío ese día en un ademán caballeresco le dejé la ventana. Así le pasa ahorita a ella el frío y después en la tarde ya que haya templado más el día "a mí me toca en la tarde la ventana" le dije y ella no dijo nada, nada más se sentó. Así que fuimos a hacer ese recorrido y a la hora de llegar a la escuela, pues, cada quien se ocupó de sus actividades, terminando las clases yo llegué a ocupar mi ventana como me tenía merecido, pero cuál va siendo mi sorpresa que estaba ya ahí instalada Julieta en la ventana y además había puesto su mochila para que, pues para que lo demás vieran que "nada que ver".

A mí no me hubiera importando que no tuviéramos "nada que ver", lo malo era que me había dejado como 10 centímetros para sentarme. En esos asientos brevísimos de los autobuses escolares yo le dije: "¡Oye! ¡Quita tu mochila!" y se la empecé a jalar pero la Julieta estaba un poco más fuerte de lo que yo había pensado y ni siquiera moví la mochila. Así que bueno, ya me senté un poco incómodo pero para que los otros pues, no fueran a pensar que yo no era muy fuerte.

En fin, empezó a avanzar el autobús, Julieta disfrutando de la ventana y de su nuevo triunfo había abierto toda la ventana y estaba sacando primero el brazo, luego el brazo y la cabeza, luego los dos brazos y la cabeza, presumía, ¿no?, fanfarrona. Finalmente pues ahí un señor detuvo el autobús y regañó al chofer porque una niña se iba a caer, le dijeron. Regañaron a Julieta, yo no dejé de mostrarme muy complacido y sonriente, y estaba allí enfrente de ella tratando de que viera mi amplísima sonrisa. La hicieron que bajara su mochila al piso lo que me dio mi dignidad de mi asiento perdido de nuevo. Y ya pues empezó avanzar el autobús de nuevo, le cerraron su ventana y le dejaron sus buenos 10 centímetros para que allí recibiera toda la brisa de la tarde y bueno, en ese viaje del autobús rumbo a nuestras casa fue cuando el viento comenzó a colarse por ese intersticio de ventana y empezó a mover su pelo. Ella tenía el cabello negro y largo, y bueno empezó a mover el cabello de ella y a metérmelo en los ojos y a cosquillarme en las orejas y las mejillas y yo contrariamente, hermanos, a lo que yo hubiera querido empecé a sentir "rico".

Fue así como de repente yo volteaba a ver si ella lo estaba haciendo a propósito, y ella pues ponía cara de mensa como que no. Así después de un rato pues yo ya me dejé hacer, no sé, pero después de esa tarde todo lo que podía pensar era que la hermana de Julieta se enfermara más seguido para que la volvieran a sentar conmigo, porque, bueno, si hubiera alguien venido a preguntarme y yo hubiera tenido mucha confianza, yo si hubiera dicho que Julieta si me gustaba.


Fernando Delgadillo 

martes, 5 de mayo de 2015

"El origen de los derechos humanos"

El origen de los derechos humanos puede ser analizado desde dos puntos de vista: uno filosófico o teórico y otro normativo o jurídico.

Desde el punto de vista filosófico, los derechos humanos encuentran su fundamento en el pensamiento de la Ilustración. Autores como Hobbes, Locke, Rousseau, Montesquieu, incluso Beccaria en el terreno penal, nos ofrecen abundantes argumentos en defensa de la dignidad humana frente a la lógica del Estado absolutista que se había venido construyendo desde la Edad media.

Esos autores reivindican la existencia de ciertos derechos anteriores e incluso superiores al Estado. Su aproximación al tema de los derechos tiene fuertes matices Iusnaturalistas, lo cual no pudo haber sido de otra manera ya que cuando tales autores escriben sus muy importantes obras, eran escasas o muy débiles las normas jurídicas que preveían derechos humanos. Su discurso podía tener un fundamento teórico de orden racional o en algunos casos religioso, pero no jurídico.

El origen ya propiamente normativo de los derechos humanos se da junto con el advenimiento del Estado constitucional, en el último cuarto del siglo XVIII, tanto en Francia como en Estados Unidos. Al respecto son fundamentales tres documentos, que se encuentran entre los más importantes de la historia del derecho en general y de la historia de los derechos en particular: la Declaración de Independencia de los Estados Unidos (1776), la Constitución de los Estados Unidos y sus primeras enmiendas (1787-1791) y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (conocida como Declaración Francesa, de 1789).

El Estado Constitucional surge precisamente como respuesta a los excesos del Estado absolutista y tiene dos propósitos básicos-tal como con gran acierto lo recoge el famoso artículo 16 de la Declaración francesa-: por un lado el de dividir al poder y por otra parte el de proteger los derechos humanos de todas las personas.

Desde luego, hay antecedentes normativos o cuasinormativos de los derechos humanos previos a los tres documentos que se han citado. Entre los antecedentes relevantes se pueden citar la Carta Magna de Juan sin Tierra (1215), el Edicto de Nantes (1598), la Petition of Right (1628), distintas constituciones locales de las colonias inglesas en el territorio de lo que luego serían los Estados Unidos, etcétera.

Pero la primera fase de la consolidación de los derechos humanos entendidos como derechos jurídicos y no solamente morales, se da a finales del siglo XVIII en los tres documentos que ya mencionamos, los cuales comienzan a dar forma al Estado constitucional de derecho, tanto en Estados Unidos como en Francia.

Al principio, las cartas o catálogos de derechos contenían fundamentalmente "libertades". Es decir, intentaban preservar una esfera a favor de los individuos libre de toda interferencia de la autoridad. 
Se buscaba sobre todo someter a límites el poder del Estado por ejemplo para determinar la relegión que se debía observar o bien para detener a una persona sin orden judicial. 

Con el tiempo, a las libertades clásicas (libertad de expresión, de prensa, de reunión, de tránsito, de religión, etcétera) se fueron añadiendo progresivamente otros derechos. Por ejemplo los llamados derechos de "seguridad jurídica" que obligan a las autoridades a crear tribunales y procedimientos necesarios para evitar la venganza privada, que sirvan sobre todo para dirimir controversias entre los particulares y para aplicar la ley a quienes hayan dejado de observar sus obligaciones.

Es ya a mediados del siglo XIX cuando se comienzan a extender los derechos de participación política. Se defiende la idea del sufragio universal, que en ese entonces era desconocido en casi todos lados (solamente podían votar las personas que tuvieran determinado color de piel, de fueran varones, que tuvieran la propiedad de tierras, que supieran leer y escribir, que tuvieran determinados ahorros, etcétera).

La extensión del sufragio para irlo haciendo cada vez más universal con toda probabilidad determinó que, precisamente a finales del siglo XIX, surgieran mandatos constitucionales para que los poderes públicos asegurasen los llamados derechos sociales: derecho al trabajo, a la tierra, a la vivienda, a la educación, a la salud, a la protección social contra riesgos del desempleo o de la vejez, etcétera. La Constitución mexicana de 1917 es un referente en este tema, pues fue capaz en un momento todavía temprano de la historia del Estado constitucional, de recoger como derechos humanos cuestiones vinculadas con los reclamos de trabajadores y campesinos. 
La historia de los derechos humanos, como sucede con la mayor parte de las instituciones sociales, ha estado marcada por luces y sombras, por avances y retrocesos, por logros y amanenazas que se renuevan y se apagan periódicamente. Caba subrayar el hecho de que las cartas que han establecido los derechos humanos no siempre se han cumplido plenamente; en muchos casos han quedado como simples manifiestos de aspiraciones sociales compartidas por millones de personas, pero no como realidades tangibles.

De todas formas, hay que considerar que no son pocos los avances que se han logrado y recordar siempre que debemos poner todo nuestro en alcanzar lo que todavía nos falta. Tiene razón Norberto Bobbio cuando escribe: "Respecto a las grandes aspiraciones del hombre ya vamos con excesivo retraso. Procuremos no incrementarlo con nuestra desconfianza, con nuestra indolencia, con nuestro escepticismo. No tenemos tiempo que perder"

"El abc de los derechos humanos y del control de convencionalidad"
Doctor Miguel Carbonell Sánchez. 

sábado, 4 de abril de 2015

"Artículo 4° Constitucional"

La Ley protegerá lo que es el uso,
la costumbre, la lengua, la cultura,
el desarrollo en toda su hermosura
en los pueblos indígenas incluso.

Vigilará también que no haya abuso
en los juicios agrarios, que de altura
sean los procedimientos y segura
la Ley camine con afán profuso.

El varón, la mujer, seres iguales
este Artículo 4° nos pregona:
ante la Ley no somos desiguales.

Tenemos como gente que razona
derecho a decidir —seres formales—
cuántos hijos queremos por persona.


Glosa de la Constitución Mexicana.
Griselda Álvarez Ponce de León.
México 2009.

jueves, 26 de marzo de 2015

"The Reading Mother"

I had a mother who read to me
sagas of pirates who scoured the sea, 
Cutlasses clenched in their yellow teeth,
"Blackbirds" stowed the hold beneath.

I had a Mother who read me lays
of ancient and gallant and golden days;
Stories of Marmion and Ivanhoe,
Which every boy has a right to know.

I had a Mother who read me tales
Of Gelert the hound of the hills of Wales,
True to his trust till his tragic death,
Faithfulness blent with his final breath.

I had a Mother who read me the things
That wholesome life to the boy heart brings
Stories that stir with an upward touch,
Oh, that each mother of boys were such!

You may have tangible wealth untold;
Caskets of jewels and coffers of gold.
Richer that I you can never be
I had a Mother who read to me.

By: Strickland Gillilan. 

sábado, 28 de febrero de 2015

"Artículo 3° Constitucional"

Dotar de educación al ser humano,
tema es del Artículo Tercero,
pero esa educación será primero
laica y obligatoria. De la mano

irá también gratuita. El mexicano
tiene “la mesa puesta”, verdadero
y oportuno lugar donde es lindero
sólo su esfuerzo firma y cotidiano.

Este Artículo pone nuestra base,
es primer escalón de la cultura
pues con el alfabeto la luz nace

y es el laicismo gran puente de altura
donde se ve de arriba lo que se hace.
La conciencia de Patria se asegura.


Glosa de la Constitución Mexicana.
Griselda Álvarez Ponce de León.
México 2009.

domingo, 15 de febrero de 2015

"Texto sin nombre"

El derecho es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos. Esto lo dijo Inmanuel Kant. Pero las estadísticas nos arrojan que en nuestro actual gobierno, en veces, la justicia no es propia para todos; o más bien, por circunstancias meramente éticas (inicuas diría), por carencia de los valores fundamentales que son el pivote de del derecho y de su sistema, en muchos de los abogados y operadores del sistema jurídico; los pretensores, las personas y la sociedad en general son objeto de flagrantes tropelías hacia sus derechos, a tal grado de no gozar, en su propia persona, en muchas ocasiones de una justicia pronta y expedita que erradique sus controversias jurídicas. 
Suscribo, todo lo aseverado con anterioridad no acontece porque la leyes estén "mal redactadas", sino porque los órganos jurisdiccionales, que, evidentemente, tienen bajo su potestad la administración de justicia y aplicación de derecho, se tornan en una actitud reacia, a adoptar para sí, con todo rigor y de forma cabal, valores como la Justicia, la equidad, la diligencia, el celo por su función pública, la honestidad, la probidad, y uno de los más importantes, el faro de su función diría yo, me refiero a la ética. 
Sólo nos queda, como futuros abogados, luchar a diestra y siniestra, siempre que la justicia y el derecho se contrapongan, primero por la justicia.

Mario Polanco Santos
15/02/15

sábado, 31 de enero de 2015

"Artículo 2° Constitucional"

En la Constitución está prohibida
la odiosa esclavitud. El extranjero
que siendo esclavo, en su derrotero
el territorio nuestro pise, vida,

vida libre tendrá por la acogida.
Cumplir con nuestras leyes, asidero
que revela humanismo verdadero
y otorga libertad grande y cumplida.

Nuestro suelo como una tierra santa
borra la esclavitud, defiende, ayuda,
protege con sus leyes y levanta

al que ha caído en la terrible duda
y con la misma duda se atraganta.
Libre quien goza la verdad desnuda.


Glosa de la Constitución Mexicana.
Griselda Álvarez Ponce de León.
México 2009

miércoles, 21 de enero de 2015

“Otro año: todo ha sido gracia sobre gracia”

8, 395 días, aproximadamente, de vida…
Buen Dios: inmensamente agradecido contigo.
Y desde pueril, todo ha sido fortuna,
Pero como todo, con algunos infortunios.

La vida y la existencia no son lo mismo:
Mi vida empezó un domingo 19 de enero de 1992, a las 15:00 horas,
Con un sol radiante, bueno, al menos, eso afirma mamá.
Y tú, buen Dios, has sido mi creador y faro…

Mi existencia  comenzó, y aún lo evoco y añoro:
Un 3 de julio de 2009, fecha en que fui al Seminario Menor.
Iba decidido a ser Sacerdote de Cristo, anonadándome a mí mismo…
Mi efímera estancia en el Vientre Materno de la Inmaculada Concepción:
Es lo mejor que, hasta ahora, me ha ocurrido en la vida.

Abuelita mimí (como le decía por cariño), por desgracia, partió en 2008.
Le añoro hasta lo más profundo de mi corazón…
¡Ah, Cómo me amaba mi abuela y yo a ella!
Infortunio de la vida, totalmente, fue su pérdida.

Tanto aún la vida ha dado instantes de dicha,
No todo ha sido tribulación mucha…
De eso versa la vida misma, de obstáculos
Y ser grande, crecer es superarlos, tomarlos tal cual aprendizaje.


Mario Antonio Polanco Santos
22/01/2015



jueves, 15 de enero de 2015

“Las vísperas de Noche Buena, jungla adentro”

Somos transeúntes por este mundo,
Peregrinos del planeta, viajeros…
En el vaivén de la vida, tropezamos
Y en veces nos levantamos. 

Pero no olvidamos, no superamos…
Somos como alfalfa, todo lo absorbemos
Sí, lo bueno y lo malo, pero en demasía lo perjudicial.
Y damos desapercibidos nuestros orígenes…

No hay mejor lugar que, decía el sabio, estar alejado…
A kilómetros de la civilización, de la urbanización,
A años luz del estrépito infinito, incesante…
Del vértigo de la metrópolis, de la preocupación.

Por tanto, heme aquí frente a la naturaleza,
Mirando las constelaciones vis a vis, sin perder detalle,
Tal cual mirada de hito en hito…
Sintiendo el viento, envuelto por el aroma a arrabal.

Y la noche nos envolvió, entre pláticas, risas y sueños…
Tal cual la luna acoge a su planeta: ella sale a su encuentro.
La lumbre, el calor del fuego vivo, nos mantuvo seguros.
Y en la noche, todo ha sido silente: paz sin precedentes.

Al alba, el gran sol, ha salido a deslumbrarnos…
Y la orquesta de pajarillos, y demás animales, entonan juntos.
Siendo que su estrépito es estrambótico, extraño, pero loable.
Pero nada se equipara a la paz, el silencio, el viento que yace  en medio de la selva.


Mario Polanco Santos
16-01-2015